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Zumbidos

 

Zumbidos de oido o Acúfenos

El zumbido de oídos -denominado científicamente Acúfeno o Tinitus- es la percepción de un sonido interior que no es causado por  un estímulo sonoro exterior.

Los acúfenos pueden manifestarse de distintas maneras, frecuentemente como un silbido, un chasquido, un soplido o como “ruido de lluvia”. Pueden ser continuos pero también pueden ser pulsátiles.

El zumbido puede tener una intensidad baja que se percibe solo en el silencio o por el contrario bastante alta y distinguirse aun en ambientes ruidosos. Puede afectar solo un oído, ambos o también manifestarse en “toda la cabeza”. Existen acúfenos transitorios, que espontáneamente desaparecen, pero en algunos casos el proceso es crónico y se prolonga en el tiempo.

Para algunas personas el acúfeno constituye sólo una molestia leve, pero para otros el sonido puede interferir con la audición, perjudicar el trabajo y la concentración e incluso perturbar el sueño. En conclusión, produce un deterioro de la calidad de vida.

El acúfeno es un problema frecuente. Se estima que alrededor de un 30% de la población adulta ha percibido zumbidos en algún momento de su vida de forma transitoria, que entre un 10-15% aproximadamente los experimentan de forma continuada y que en un 0,5-3% de la población se manifiesta de manera verdaderamente molesta, con deterioro de su calidad de vida.

 

Causas

Es importante remarcar que el acúfeno es un síntoma. No es una “enfermedad” por sí mismo, sino la manifestación de alguna problemática que afecta al sistema auditivo. Es un verdadero desafío detectar el origen del acúfeno, y sin lugar a dudas los Otorrinolaringólogos u Otólogos junto con los Audiólogos son los especialistas más entrenados en la investigación de sus posibles causas.

El zumbido se asocia frecuentemente con la pérdida de capacidad auditiva o hipoacusia. Tanto por el envejecimiento auditivo denominado presbiacusia, como por la exposición a ruidos fuertes, también conocido como hipoacusia inducida por ruidos.

Otras causas frecuentes son los traumatismos del cráneo, la ototoxicidad (daño causado por tóxicos o fármacos), y diversas enfermedades clínicas que puedan causar deterioro del sistema auditivo (diabetes, enfermedades oncológicas o infecciosas, etc.).

En algunas ocasiones el acúfeno responde a problemas del oído externo o medio tales como tapones de cerumen o cuerpos extraños en el conducto auditivo. Las otitis o las  inflamaciones de la trompa de Eustaquio en ocasión de resfríos, vuelos en avión o buceo suelen causar zumbidos y sensación de oídos tapados. Por lo común, estos procesos se manifiestan con zumbidos de tonalidad grave y a veces son pulsátiles. 

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