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Olfato

Las alteraciones del sentido del olfato pueden ser generadas por diversas situaciones, siendo la causa más frecuente las infecciones de las vías aéreas superiores. Parecen tener poca frecuencia en la población general, (sobre todo si las comparamos con las afectaciones de la visión y la audición), pero con la llegada del COVID 19 ha sido un tema que cobró muchísima relevancia.


Estos trastornos generan frustración, ya que afectan la capacidad para disfrutar de los alimentos y de los aromas agradables. También interfieren con la capacidad de detectar productos químicos y gases potencialmente nocivos y, por lo tanto, pueden tener graves consecuencias.


El olfato y el gusto están estrechamente relacionados. Las papilas gustativas de la lengua identifican el sabor y las terminaciones nerviosas de la nariz identifican el olor. Ambas sensaciones se comunican al cerebro, el cual integra la información para que los sabores puedan ser reconocidos y apreciados. Algunos sabores, tales como lo salado, lo amargo, lo dulce y lo ácido se pueden reconocer sin el sentido del olfato. Sin embargo, para identificar sabores más complejos se requiere la intervención tanto del sentido del gusto como del olfato. Los trastornos más comunes del olfato son la pérdida parcial del olfato (hiposmia) y la pérdida completa (anosmia).

 

Dado que diferenciar un sabor de otro se basa sobre todo en el olfato, el sujeto a menudo nota en primer lugar que disminuye su capacidad para oler cuando la comida le parece insípida.
Identificar mediante la olfatometría la pérdida del olfato nos ayudará a su clasificación y a su posterior rehabilitación.

Cuidados personales a tener en cuenta:

  • Fijarse siempre en fechas de vencimiento de alimentos y/o productos de limpieza, rotular siempre los productos o alimentos “sueltos”, descartar siempre los que se encuentren vencidos.

  • Desechar diariamente los residuos.

  • Ser precavido en la cocción de los alimentos, cuidados en dejar prendidas hornallas, hornos, etc. No realizar otras actividades a la vez. Se pueden utilizar relojes para cocina.

  • Se recomienda medidas para evitar condimentar de más.

  • En la medida de lo posible, reemplazar dispositivos que utilicen gas por eléctricos.

  • Se recomienda instalar dispositivos de detección de humo.

  • Adoptar una rutina de orden y cuidado corporal, bucal.

  • Controlar siempre las heridas.

  • Cuidado con las fugas de gas en el hogar.

  • Colocar un detector de humo y verificar su batería periódicamente.

  • Comprobar la fecha de caducidad de los alimentos.

  • Mantenerse alerta ante otros posibles olores que no se puedan detectar.

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